18 Sep Tributo a El último de la Fila
Poetas de lo cotidiano
Las razones para un Tributo a El último de la fila se basan en El Último de la Fila, con Manolo García y Quimi Portet, dejó una huella imborrable en la música española. Su mezcla única de pop-rock con influencias étnicas y letras profundas convirtió cada canción en una obra de arte poética. Temas como «Insurrección» o «Aviones plateados» capturaron lo cotidiano y lo transformaron en metáforas universales.
Manolo García, en su carrera en solitario, mantuvo esa sensibilidad artística que lo convirtió en un trovador moderno. Su música, tanto en la banda como después, sigue tocando el corazón de generaciones, inmortalizando emociones y paisajes sonoros inolvidables.
El último repertorio de El último de la fila
Sin llaves
Insurrección
El que canta su mal espanta
Mar antiguo
Querida milagros
Dulces sueños
Carbón y ramas secas
Rosa de los vientos
Sara
Canta por mi
Llanto de Pasion
Son 4 días
A veces se enciende
Lapiz y tinta
Lejos de las leyes
Como un burro
Aviones Plateados
Cuando el mar te tenga
Pájaros de barro
———
Loco de la calle
San Fernando
Huesos
¿Lo contratamos?
Un poco de historia
El Último de la Fila no fue simplemente un grupo de música, fue una forma de entender el arte, la vida y las emociones. Formado en 1984 por Manolo García y Quimi Portet, el dúo catalán se convirtió rápidamente en uno de los nombres más importantes de la música española. En una época marcada por la «Movida Madrileña», ellos destacaron por su enfoque distinto: más introspectivo, más lírico y con un profundo compromiso con la humanidad y la naturaleza.
El Último de la Fila fusionaba géneros de una manera sorprendente. Desde el pop-rock hasta influencias flamencas, pasando por ritmos africanos y latinos, crearon un sonido único que abrazaba lo diverso, lo ecléctico, lo inesperado. Pero si algo definió a la banda fue la poesía que Manolo García imprimía en cada letra. Cada canción era un viaje, no solo por paisajes exteriores, sino también por los rincones más profundos del alma humana. Temas como “Insurrección”, “Aviones plateados” o “Como un burro amarrado en la puerta del baile” resuenan todavía hoy por su capacidad de retratar lo cotidiano desde una óptica filosófica y emocional, envueltas en metáforas que podrían estar tanto en la mente de un soñador como en las páginas de un poeta.
Manolo García, tras la disolución del grupo en 1998, continuó su carrera en solitario con el mismo espíritu. Su música siguió siendo una mezcla de sonidos étnicos y rock, siempre acompañada de letras cargadas de profundidad y sentimiento. Su éxito en solitario, con discos como Arena en los bolsillos o Saldremos a la lluvia, demostró que su sensibilidad artística estaba muy por encima de las modas y los tiempos. Manolo se convirtió en un trovador moderno, un pintor de emociones que, con su característica voz, seguía tocando el corazón de generaciones enteras.
El Último de la Fila es una banda que, aunque dejó de existir hace más de dos décadas, sigue presente en la memoria colectiva de España y Latinoamérica. Su música es eterna, porque habla de lo que nos hace humanos: el amor, la melancolía, la esperanza, el dolor y la belleza del mundo que nos rodea.